martes, 23 de marzo de 2010

Seducir

Seducir para engañar, para atraer, para atrapar, para triunfar…
¿ Seducir es en sí, algo positivo o negativo?
Seducir, ¿ en qué contexto?
¿Cualquier persona está capacitada para seducir?
¿ Seducen de la misma forma hombres y mujeres?
“La seducción es el acto de seducir, de inducir y persuadir a alguien con el fin de modificar su opinión o hacerle adoptar un determinado comportamiento según la voluntad del que seduce. Aunque suele emplearse para referirse a intentos de conseguir interacciones de tipo sexual, se emplea también en español para referirse a intentos de atraer, físicamente o a una opinión.”

Consultando en la Wiki, encontré esta joyita, un tal Love Arthur y su Escuela de Seducción, con un carácter nada altruista. Aunque tratándose de dar consejos de hombre a hombre, Arthur cree haber encontrado la respuesta a la pregunta del millón:

“¿Quién dice que las mujeres más hermosas, sexys, candentes y esculturales son un privilegio exclusivo de los ricos y famosos?”

“Tú También Puedes Seducir A Cualquier Mujer, Y Hacerla Tan Feliz Que Te Convertirás En Su Obsesión...” Love, Arthur.

lunes, 22 de marzo de 2010

Versiones


¿ Quién les iba  a decir a estas chicas que su tan bailado "Aserejé"que iba a ser tan versionado?
Esto de que el Bel Canto se meta a versionar algo tan nuestro, tiene estos resultados...
Entre el chiringuito playero y la escena operística, me quedo con la primera.
¡Qué ganas de que llegue el verano! Ya queda menos.
Fijaros, en el director de orquesta, se nota que lo vive...

domingo, 14 de marzo de 2010

S.O.S


A veces vamos tan deprisa en nuestro día a día, que damos las cosas por hecho.
Cuando un buen amig@ te pregunta: "¿Cómo estás?" hay que ser sinceros, aunque nos cueste romper nuestra reserva inicial, pensando que no nos pueden ayudar. El simple hecho de hablar y de escuchar, ayuda más de lo que creemos.
Si conocemos bien a nuestros amigos, basta con una mirada, escuchar su tono de voz o su propio silencio, para saber que algo le pasa.
Para tí, que tuviste que gritarme en forma de silencio, recuerda...


lunes, 8 de marzo de 2010

Día de la Mujer Trabajadora

Casi al finalizar este día, me acordé: hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Para quien en su vida lo ha tenido fácil en cuestión de reconocimiento de roles, valores y méritos a nivel social y laboral, puede que este día le diga poco o le parezca innecesario. Para algunos, si hacen una valoración superficial y sin volver la vista atrás en el tiempo, puede llegar a resultar una discriminación positiva.
Pues que se lo digan a aquellas mujeres que en su día lucharon, para que derechos comunes para hombres y mujeres, que hoy son incuestionables en el mundo oocidental, ( por desgracia queda mucho por hacer en otros países, sólo hay que ir a Marruecos),hasta hace pocos años, no era así.
Como anécdota, me cuenta mi madre, trabajadora incansable dentro y fuera de casa, que para abrir una cuenta a su nombre, tenía que ir con la firma de mi padre. Su primer piso, como bien ganacial, figuraba como propietario principal, también mi padre.. Que hombres con su misma cualificación y formación profesional, ascendían antes de puesto de trabajo y cobraban más, por el simple hecho de ser hombres. Y un sin fin de experiencias llenas de machismo y desigualdad social.
Poco a poco se va avanzando en el reconocimiento de los derechos de la mujer, con un enfoque adecuado, sin sacar de quicio o hacer un ridículo intento de discriminar a quien en su día no lo estuvo: el hombre.
Somos diferentes, pero somos iguales en cuestión de derechos y deberes.
Las nuevas generaciones, con una educación adecuada y con un buen ejemplo, principalmente de sus padres, conseguirán lo que queda pendiente.
Como dato curioso, las mujeres siguen dedicando tres horas más que el hombre, en las tareas domésticas, así como en el cuidado de los hijos. Otras mujeres, cada vez más, renuncian o atrasan su maternidad, por cuestiones laborales, por la imposibilidad real de conciliar la vida laboral y la familiar.
Para los futuros hombres: que tomen nota o se pueden quedar planchados, si lo que buscan es la perfecta ama de casa, madre de sus hijos, amante y buena esposa, culta, con formación, buena trayectoria profesional, pero que  a la hora de la verdad:  sigan  llevando el peso de la casa, realizando las tareas más tediosas y que iróniamente se consideran no trabajo. De esas mujeres ya quedan pocas, afortunadamente. Las tareas domésticas es cosa de dos, de la pareja que comparte el mismo techo.Ya no se trata de preguntar: ¿te ayudo caiño?No hay que ayudar, sino compartir y asumir tareas domésticas de mutuo acuerdo y por supuesto de forma equilibrada.
Poco a poco y entre tod@s lo conseguiremos


jueves, 4 de marzo de 2010

Antes muerta que sencilla...

Las anécdotas de los amigos, hacen pasar un buen rato, con sonrisas, risas y carcajadas, que alivian tensiones y acompañan esos ratos de soledad no elegida, cuando se está lejos de los tuyos.

Ayer hablé con una amiga y le pedí permiso para trasladar lo que me contó, en el blog, ya que pienso que lo bueno, bonito, barato y alegre, hay que compartirlo.

Con el permiso concedido, paso a relatarlo. Procuraré ser lo más fiel al mismo, aunque no soy su protagonista.
La historia trata de los trámites necesarios para la expedición del pasaporte. Creo que era la primera vez que lo hacía, debido a todas las novatadas que tuvo que pasar.

Por mucho que una piense, planifique, prepare con tiempo todo lo necesario: pedir cita, informarse de la oficina, hacerse unas bonitas fotografías, llevar el dinero, ser puntual, al final hay algo que falla, y en su caso fue una cadena de aparentes razones absurdas (en el fondo lógicas) pero llenas de gran comicidad.

A la chica de la historia y para conservar su anonimato, la llamaremos a partir de ahora:
Ice Tea, sólo los amigos sabemos el porqué de este sobrenombre, jejeje…

Pues bien, Ice Tea, con motivo de un viaje al extranjero, que lleva preparando con tiempo, cayó en la cuenta, que no tenía pasaporte. Y como chica organizada donde las haya, pidió cita con tiempo, y preparó todo lo preciso.

Para quien no lo haya hecho, los únicos documentos que se necesitan: son el DNI ( no caducado, por supuesto) dos fotografías y 20 euros.

Ice, invirtió bastante tiempo en preparase para la sesión fotografía. No todos los días, nos retratan para la posteridad, al menos durante 5 años. Ese bello rostro o careto final, según la mano del fotógrafo y el rostro de la modelo, y las horas de descanso previas, harán que el resultado final, nos satisfaga o desearemos que el agente de la aduana no nos confunda con un pariente cercano de Bin Laden, o con una rubia camuflada y peligrosa, jejejeje

Ice seleccionó, preparó y cuidó que su vestido, complementos y maquillaje estuviesen perfectos para la sesión de fotos. Y en cuestión de pelos: trabajo extra, el peinado tiene que quedar perfecto, sin estar demasiado retocado, con un aire natural, pero que le favorezca. Imaginaros, el tiempo que invirtió, en todo este proceso. Todo sea, por salir bien.

Viernes por la tarde, fotos en mano y satisfecha con el resultado final. Sábado, salida nocturna con los amigos y Domingo de resacón: ojeras y palidez en el rostro. Y el lunes, cansada ya de tantos preparativos, decidió que para su viaje a Mérida, para tramitar el ansiado pasaporte, no tenía que ir tan preparada. Fue con la cara lavada y una simple coleta, a fin de cuentas, en las fotos ya estaba el resultado deseado.

Ya en la oficina, un último trámite: sacar número, de una máquina digital. Sobre esta cuestión, no me comentó nada.

Hasta aquí todo bien. Y por fin dicen su nombre, llega su turno y una amable funcionaria la atiende:

“Las fotografías, por favor”

Ella, muy orgullosa de sus fotos, se las entrega. La funcionaria, las mira, las remira y las vuelve a mirar. Cada vez que le echa un vistazo a las fotos, la mira a ella de reojo y mueve la cabeza en sentido negativo. Ice comienza a inquietarse, algo no va bien, no, no va bien…pero ¿Qué?, con lo estupenda que salgo en las dichosas fotos.
Por fin, la funcionaria dice: No, estas fotos no valen”
Ice dice: “¿EHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH? ¿Cómo que no valen?”

Antes de darle una explicación y para aumentar la tensión, se levanta de su puesto de trabajo y consulta a un compañero: le muestra las fotos, y el compañero también la mira de reojo y mueve la cabeza, con un no, muy claro.
Cuando vuelve a su sitio, le dice:
“En estas fotografías no se te ve toda la cara”
Ice: “Mi cara está ahí y entera”.
Funcionaria: “Sí, pero no se ven claramente todas tus facciones”
Ice: “¿EHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH?”
Funcionaria: “El flequillo te tapa la frente”

Lo que pensó Ice en ese momento, no lo puedo transcribir literalmente, pero se acordó del tiempo que empleó en peinarse y en colocar cada mechón de su flequillo, para que quedase perfecto: recto y uniforme, justo a la altura de sus ojos.

Ice se quedó de piedra, mejor dicho, compuesta y sin fotos. ¿Qué hacer?

La funcionaria, que estudiaba su reacción y acostumbrada a ofrecer soluciones, le dijo que podía ir a un fotomatón.

Ice pensó y maldijo para sus adentros: “¿A un fotomatón? ¿Yo? ¿En un fotomatón? Si nunca me hecho una foto, en una de esas máquinas, por algo se llaman foto- matón, porque matan tu rostro.” Es más, recordaba que las pocas veces que había estado en un chisme de esos, había sido en horas intempestivas, en la época de estudiante, echándose unas risas con los amigos.

Pero como no quedaba otra, allá que se fue. Ya en la máquina, rescató de su bolso, un peine que de casualidad llevaba. Con los nervios, el dichoso y diminuto peine, salió disparado en mitad de la calle, tuvo que cogerlo y volver a tratar de peinar su pelo, ya deformado de por sí por la coleta y las horquillas.

Y pensó, que su rostro tenía que estar visible. Su pelo fino y lacio, se resistía a dejar despejada su frente. Después de luchar un buen rato, con su indomable pelo y medio satisfecha del resultado, se concentró en seguir las instrucciones para hacer la foto: ajustar la altura del taburete, cerrar la cortina. Con esta último contratiempo no contaba, la cortina ya de por sí fina y deslucida, dejaba traspasar mucha luz del exterior. Así que supuso y con razón, que los efectos de la luz, se reflejarían en la foto.

Se relajó y se concentró nuevamente en seguir las instrucciones: repaso general: taburete bien, peinado, mejor no mirarlo más, cortina medio en su sitio, con transparencias incluidas y finalmente mirar al dichoso circulito. ¿Con sonrisa o con aspecto serio? Sobre esta última cuestión no me comentó nada, supongo que con cara de resignación y deseando salir de la experiencia fotomatón.

5 minutos de espera y………………. ¡Oh my Good! Pensó: “Si parece que vengo del Caribe, rubia platina con moreno de rayos uva. La responsable de este efecto no deseado, la dichosa cortina.”

Como pudo y con aspecto de colegiala, volvió con fotos en mano a la oficina.

La funcionaria, le dijo que esperase un momento y que tomase asiento. Otro funcionario, que pasaba por allí, le dijo a la compañera. “¿Es tu hija? Ice pensó, que favorecida no estaría, pero aspecto de niña, sí que tenía. ¡Qué le vamos a hacer! No hay mal que por bien no venga!

Cuando se las entregó de nuevo a la funcionaria, esta vez sí le dio el visto bueno.

“¡Por fin! Ya tengo el dichoso pasaporte”, pensó Ice

Y hasta aquí puedo contar.
Gracias por este relato Ice. Ya sabes lo que me reí cuando me lo contaste en primera persona.
Ya sabes, a partir de ahora, deja algo para los imprevistos y los efectos no deseados, jajajajaja