viernes, 18 de junio de 2010

Cambios

Hoy me acordé de mi otra mitad.
Aquella, que según me cuenta mi madre nunca llegó a nacer, porque un incrédulo médico, no creía que estuviese embarazada y menos de gemelos.
Así como si de un huevo kinder se tratase, el médico me descubrió con bisturí en mano, para otra finalidad quirúrgica muy distinta a la que tenía planificada.
Desde ese preciso momento, comencé a luchar por sobrevivir.
La cuestión es que ya antes de nacer, uno se prepara para hacer frente a esta vida, a sus sinsabores y a los retos no esperados.

Y aquí sigo, a veces sobreviviendo, otras viviendo y otras disfrutando de esta vida, única y preciosa que merece la pena ser vivida a pesar de todo. Es época de cambios, en eso estoy...