domingo, 2 de mayo de 2010

Hoy ha sido un día muy especial: he recibido el mejor de los regalos: un corazón para la eternidad.
Al ser el día de la madre, me esperaba lo típico para estas fechas: una colonia, un bonito pañuelo o una pulsera. Y puestos a pensar, algo para la casa, cuestión que me horroriza.
Por circunstancias que ahora sería largo de contar, a mi hijo le falló el regalo que tenía previsto: una original manualidad, que implicaba cierta destreza y muchas horas de trabajo.
Pese a intentarlo, no le salió bien y se disgustó. Me dijo que ya no tenía tiempo para comprarme algo.
Él sabe que lo que más valoro son los regalos sorpresas y que no cuesten dinero, que tengan un mensaje especial. Así que rebuscando en su caja de madera, donde guarda sus mayores tesoros, incomprensible quizás para los adultos: canicas, monedas, una llave antigua, cromos. etc..encontró un pequeño objeto.
Al rato y con la comicidad que le caracteriza, me sorprendió con sus gestos teatrales y con viejo  truco de magia simuló sacar de mi oreja, una preciosa piedra en forma de corazón que recogió un día en el cauce de un río. Lo que me dijo mientras me lo entregaba, ya está grabado en mi corazón.
Ahora yo lo guardo en una cajita " viajera" de madera que va siempre conmigo.


2 comentarios:

  1. ¡Qué bonito, Aqua! Me encanta tu hijo :) FELICIDADES y besos a los dos

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  2. Me has puesto los pelos de punta. Es un muchacho formidable. Felicidades.

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