viernes, 15 de enero de 2010


"La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces". Proverbio persa
El principo de semana, no ha sido idílico precisamente.
Se han dado una serie de circunstanias que ya podían haber venido de una en una, pero para hacerse notar, se han puesto de acuerdo y han puesto a prueba mi nivel de paciencia una vez más.
 Ya de pequeña, me insistieron mis padres en que la paciencia es una de las cualidades a desarrollar, especialmente si por carácter tienes cierta tendencia a ser impaciente o impulsiva. Aunque esta valoración paterna, cuando ya eres adulta, te das cuenta que  en gran parte, ha sido consecuencia de imitar bien a tu padre o a tu madre.Y ahora me veo diciendo frases que cuando era más joven, me prometí que nunca diría a mi hijo, transmitiendo de forma inconsciente patrones de conducta calcaditos de mi madre, en relación al cultivo de la paciencia .Como se enseña con el ejemplo más que con las palabras, al final haces un nuevo esfuerzo, volviéndote un poquito más fuerte, y  a ser más reflexiva  y en consecuencia más positiva ante la adversidad.

Y como hay que esperar, para no desesperar, nada mejor que descargar
adrenalina, escuchando y si lo bailas en compañía, mejor que mejor...


No hay comentarios:

Publicar un comentario